La filosofía de las Artes Marciales.

Las artes marciales nacieron en la búsqueda del hombre por una disciplina que les enseñara a encontrar el equilibrio entre cuerpo y espíritu.

Las artes marciales cuentan con una larga tradición y tienen su origen en antiguas culturas religiosas que involucran una filosofía, una manera de pensar y de ver la vida basándose en teorías del Budismo Zen o del Taoísmo entre otras culturas o corrientes filosóficas.

Como toda disciplina oriental, la unión entre el cuerpo y mente se encuentran involucradas en la práctica constante y aumentan la salud física ayudando al crecimiento mental y espiritual.


Diferentes corrientes han influido en las artes marciales veamos un poco de su Filosofía oriental y el manejo de la energía.
– Los Samurai (guerreros medievales japoneses) en su viejo Código Moral del Samurai, el Bushido, habla de honradez y justicia (Gi), valor heroico (Yu), compasión (Jin), cortesía (Rei), honor (Meyo), sinceridad absoluta (Makoto), deber y lealtad (Chugo).

– En el Budismo Chan originario de China (en Japón donde alcanzó una enorme popularidad como Budismo Zen), le dio a las artes marciales, el concepto de Wu o vacío interior. Este concepto cobra la máxima importancia, con el vacío accedemos a la genuina Mente Humana y a la puerta de acceso a las poderosas habilidades del Hombre.

– El Ying y el Yang son los principios de fuerzas opuestas este principio de ceder ante el contrario, canalizar su fuerza y devolverla, este concepto arraiga cuestiones mucho más profundas. Principio troncal de la Medicina Tradicional China y base de la curación por el movimiento, utilizado en las artes marciales del mismo modo que en el Chi Kung.

– Las artes marciales intentan enseñar a mirar hacia el interior de sí mismo, moldean la personalidad y el uso correcto de la energía vital (KI). El Ki es la energía que todos poseemos, está en el aire que nosotros respiramos, en la comida que comemos y en el agua que bebemos, realmente todo es Ki, incluso hasta nuestros pensamientos están llenos de Ki. El artista marcial medita y desarrolla sus habilidades mentales llegando a trascender la mente.

El oponente uno mismo un concepto que contempla la superación.
En el entrenamiento practicante no existe un oponente, solo se le ve como un amigo que mediante su ataque y su defensa nos ayuda a perfeccionarnos mentalmente y obviamente a nuestra técnica.

Esta filosofía propia de las artes marciales, que tiene cientos de años en algunos casos, las distinguen de un deporte de combate, trasciende los fines competitivos y sus logros. Estos últimos no constituyen las razones más importantes de la práctica.

Entender esta filosofía de las artes marciales es para el practicante esencial en la lucha por superarse.

La formación de la persona sacrificio y trabajo duro.
Las artes marciales no solamente trabajan el aspecto físico, la velocidad, la resistencia y la fuerza, sino también ayudan a los estudiantes a desarrollar cualidades como autoestima, paciencia y enfoque mental. Otro de los aspectos es el formativo ya que los practicantes desarrollan conceptos para la vida diaria como el sacrificio y trabajo duro.

Sin lugar a dudas las artes marciales son un camino para transitar.

 

Nahuel Leto, Team Locosxtkd.